Fui candidata a santa, pero caí en una trampa que llevó a la ruina a mi único benefactor, la familia del duque, y fui acusada falsamente de intentar envenenar a mi rival, Diana. Así, terminé muriendo de forma miserable. ‘Esto parece la trama de una novela de tercera categoría…’ Fue en ese momento cuando me di cuenta. ¡Me había reencarnado como un personaje secundario en una novela de verdad! Cuando abrí los ojos de nuevo… ¡Milagrosamente había regresado a mi infancia! Esta vez, decidí reformarme y vivir una vida decente. Como resultado. El duque, que en mi vida pasada era frío y distante, comenzó a llenarme de regalos. Hice amistad con el hijo mayor, quien murió de forma absurda por mi culpa, y también sané al hijo menor, que estaba destinado a morir joven debido a una enfermedad. ‘¡Perfecto! Ahora solo debo evitar las banderas de muerte.’ Sin embargo, mientras más trato de evitar el curso original de la historia, más me relaciono con los candidatos a protagonista masculino… Y Diana, la protagonista femenina, quien se supone que era angelical, comienza a comportarse de manera sospechosa y escalofriante. ‘No hay pulso.’ Para colmo, ¡dicen que hasta he perdido la razón! ¿Podré vivir tranquilamente en esta vida?
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